Un huir sin término

La Sala de Exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de Málaga presenta “Un huir sin término”, la primera exposición individual de Natalia Cardoso, que ha sido comisariada por el también artista y profesor Jesús Palomino. Este proyecto parte de la noción de trapero que Walter Benjamin examinara en sus Iluminaciones: aquella persona que se hace con los jirones despreciados en la sociedad. Desde tal premisa, Cardoso realiza una investigación site-specific en la que ha recopilado restos -huellas- tanto ajenos como propios durante todo el proceso plástico, tanto en el estudio como en su entorno: la propia Facultad y el barrio de El Ejido. Su trabajo se fundamenta en aprovechar la cotidiana devaluación de objetos y materiales durante los transcursos de trabajo plástico, los excedentes artísticos: lo que no debería servir ya para hacer una obra. Para ello produce una suerte de eclecticismo metódico en el que concede un lugar propio a los momentos de hallazgo, reconocimiento, recolección, reordenación, construcción y resignificación, articulando así su muy particular lenguaje y fundamentando una estética del detrito del arte tan sorprendente como reveladora. Mediante una paradójica y muy sofisticada concepción del collage y del ensamblaje, nos viene a plantear, pues, un fuerte cuestionamiento del propio sistema de producción artístico en relación a sus cánones de valoración habituales, asumiendo un indudable nivel de riesgo al conjugar elementos tan ajenos a la “obra acabada” –sus sobras, sus rudimentos- para dotarlas de sentido en un nuevo ámbito transdisciplinar y muy permeable a los tiempos del montaje, pues los entiende como un fin en sí mismo. Y ello da lugar a unos sutilmente radicales modos instalativos, muy móviles en su naturaleza efímera, que nos remiten a un espacio-cuerpo autoconsciente, a un monstruo de Frankenstein en el proceso de hacer-se a partir de una colección de órganos descartados.