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En la actualidad, la maternidad ya no es condición definitoria del sí mismo de la mujer y de su valor como persona. Para muchas supone un trauma, la renuncia de su individualidad, un sacrificio sin retorno. No es fácil separar sin conflicto los roles de madre y mujer en una época que avanza en la superación de posiciones de inferioridad respecto al anterior modelo patriarcal dominante. En esta, nuestra sociedad posmoderna, asistimos a cambios que apuntan hacia otras formas. Nuevas posibilidades de dirección y consecuencias desconocidas.
La maternidad me obsesiona. Obsesión que a veces se traduce en sentimientos de agradecimiento y alivio por pertenecer a esta época en la que ser madre no se percibe como un mandato "obligatorio"; y otras, en que la duda, el constante autocuestionamiento y el miedo a la soledad hacen tambalearse los cimientos de mi construcción personal de la mujer autosuficiente y profesional.
Mi inicial identificación entre madre y sacrificio, empieza en mi obra última a tornarse en temor a estar equivocada. Al pensamiento de que, quizá, la renuncia a la maternidad en busca del éxito profesional pueda ser un error de naturaleza irreparable.

Sala de Exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de Málaga. Del 8 de Noviembre al 21 de Diciembre 2012